El coaching es necesario para alcanzar una mejor versión de nosotros mismos…
Porque cuando somos esa mejor versión, impacta en nuestra felicidad, y en lo “agustito” que estamos en el mundo, parece que cobra sentido lo que hacemos.
Por hacer un poco de historia…
Coaching es un término anglosajón que literalmente significa: Entrenamiento.
Del mismo modo que un deportista requiere de una preparación previa para afrontar una competición, cualquier objetivo que nos planteemos en la vida requiere de esa fase de entrenamiento para lograrlo.
Mucha gente pensará que el coaching es un término moderno o una moda implantada en el siglo XXI. Nada más lejos de la realidad. Este concepto existe desde los albores de la civilización.
Sócrates, filósofo de la Grecia Clásica utilizaba un método conocido como mayéutica. Mediante una serie de preguntas específicas y dirigidas, el alumno adquiría conocimientos y la capacidad de conocerse mejor a sí mismo.
El coaching se basa en el conocido como modelo GROW (en inglés “crecer”), que se fundamenta en cuatro pilares: un objetivo o meta, la realidad, las opciones y el plan de acción.
El Modelo GROW
La “G” hace referencia a Goal, es la meta u objetivo final para el que vamos a trabajar. Para seguir adelante en la vida es necesario fijarse un propósito y tener motivación para conseguirlo.
Para definir dichas metas es necesario hacerse preguntas tales como ¿Qué quiero en mi vida? ¿Qué es lo que me apasiona?
Recordad que es importante estar motivados para alcanzar la meta, pero hay que disfrutar del camino e ir renovando nuestros objetivos cada cierto tiempo, sino al alcanzarlo sólo sentiremos un profundo vacío.
La segunda letra, “R”, se refiere a la Realidad. Cuando se fijan los objetivos, éstos deben ser realistas, es decir, alcanzables. Para ello cada persona tiene que ser sincera consigo misma y conocer sus límites.
Si se establecen metas demasiado ambiciosas o excesivamente fáciles de alcanzar, lo normal es caer en la desmotivación.
En este apartado las cuestiones a plantear serían por ejemplo ¿Qué barreras quiero romper? ¿Qué estoy dispuesto/a a hacer para conseguir el objetivo?
La “O” significa Opciones. Para llegar a la meta hay diversos caminos, y, aunque sea un tópico, el camino recto no siempre es el más rápido.
En este sentido a la hora de afrontar el trabajo con un coach no se puede tener una “visión túnel”. La persona debe estar abierta a contemplar diversos puntos de vista, explorar los distintos caminos y aprender de ellos.
La última letra es “W”. Este último paso a seguir es el plan de acción y tener la voluntad necesaria para llevarlo a cabo. Voluntad para ir paso a paso e ir fijando los cimientos que construyan una base sólida para llegar a la meta final, sin precipitaciones, pero sin quedar nunca estáticos.
Los pilares del coaching
Para terminar cabe indicar que el coaching se apoya sobre tres pilares básicos:
Toma de conciencia
A la hora de comenzar a trabajar con un coach cada persona debe ser consciente de lo que le rodea. Cuál es su situación actual y hasta qué punto quiere llegar. Lo cerca o lejos que considera estar de la meta fijada.
Para esta toma de conciencia, el coach, debe interpelar y cuestionar a su cliente para que medite sobre su situación y visualice los objetivos.
Autocreencia
El primer paso para que cualquier persona consiga algo es creer en sí mismo. La autocreencia es el punto de partida hacia cualquier objetivo.
En este apartado el coach tiene que ayudar a desbloquear las emociones que contaminan esta confianza en uno mismo.
Responsabilidad
Se trata de una máxima de la vida. Cada uno es responsable de sus actos y tiene que asumir las consecuencias de sus acciones.
Para alcanzar los objetivos hay que ir con todo. Despojarse de miedos, salir de la zona de confort y dar el 100% para conseguir tus sueños.
El coachee (aprendriz) debe tomar responsabilidad en el proceso de aprendizaje, y, no culpar al coach de sus errores.
Casi instintivamente tendemos a culpar a los demás de lo que nos ocurre o las situaciones que nos frustran. Este no es el camino correcto hacia el cambio y hacia la consecución de las metas.
El coaching debe ofrecer las alternativas necesarias para la consecución de los objetivos, por ende, trabajar y acercarte cada vez, a la mejor versión de ti mismo.