Me gustaría empezar estas líneas con varias preguntas, ¿Conoces a personas que supuestamente tienen un “trabajazo”, “cochazo”, “casaza”, esas cosas que acaban en “azo y aza”… y si embargo no son felices?
Hoy vamos a intentar acercamos a uno de los conceptos que todo el mundo desea, pero realmente sabemos qué quiere decir. Vamos a tratar de descifrar ¿qué es el éxito?
Empecemos por definirlo. Esta palabra procede del latín “exitus” y quiere decir finalizar o terminar.
En primer lugar a la hora de hablar de éxito tenemos que definir cuáles son nuestras metas. Sin objetivos que alcanzar ésta palabra no tendría sentido para nadie.
“Si no sabes dónde vas, ningún viento es favorable” (Séneca)
Para definir nuestras metas personales, ya sean vitales o laborales, debemos ser sinceros con nosotros mismos y dedicarnos algo de tiempo para contestarnos a ¿Qué queremos conseguir? ¿Cuál es nuestro sueño? Una vez enfocado el objetivo, “sólo” queda trabajar por alcanzarlo, y no rendirse.
Tenemos que comprender que eso a lo que llamamos éxito es algo completamente subjetivo. Vale que hay un estándar o una idea que ha calado en el ideario social, pero ¿no consideráis más ajustado a la realidad que el éxito dependerá de los objetivos y sueños de cada persona?
Muchas personas no reflexionan acerca de esto. Que en realidad se dejan llevar por la vida, van fluyendo, según dónde las corrientes del día a día les van llevando. Es una opción, sólo que se corre el peligro de compararse con otros, y es ahí dónde podemos frustrarnos. El inconformismo es sano, en su cierta medida, y, nunca debe equivocarse con la envidia.
Éxito, tan lejos, pero tan cerca
Es clave entonces que tengamos claro que estamos diciendo cuando hablamos de éxito. Fama no es igual a éxito, dinero no es igual a éxito, reconocimiento no es igual a éxito. Pero entonces ¿qué es el éxito? Ahora ya podemos contestar, que depende de cada uno, de su sueño e ilusión, la actitud en el viaje para el éxito es el ingrediente más importante para llegar, la motivación (lo que te mueve a la acción), para poder afrontar los contratiempos del camino.
Alcanzar el éxito lleva intrínseca una labor de continuo aprendizaje. Para lograr tus objetivos tienes que asumir que puedes “fracasar”, analizar los errores cometidos y enfocarte de nuevo y con una actitud renovada para alcanzar la meta deseada.
¿cómo medimos el éxito?
En ese camino que trazas para alcanzar tu meta, identifica los pequeños logros que te acercan temporalmente a ella, y dedica tiempo a reconocerlos, celébralos.
Mi consejo: despójate de prejuicios y tendencias sociales. Identifica tu meta, escríbela para visualizar lo que quieres, haz acopio de las herramientas que te acerquen a ella, y rodéate de aquellos que te sumen la energía que te impulsa a alcanzarla. Sólo así habrás logrado TU ÉXITO.